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ME QUEMAN LAS NOCHES
Javier Alonso
Javier Alonso
En mi cabeza de turco culpable
de coleccionar todo lo que encuentra
guardo un montón de recuerdos y un tango
que me bailé en París con Marlon Brando,
albergo un albergue de Cercedilla,
la silla de rodaje de Annie Hall,
un par de rockandroles de Sabina
que iluminan más que el sol.
Que no doy para más, ya lo sé.
¿Qué más puedo decir que no sepas?
Que me queman las noches que paso
sin probar tu cerveza.
Que no voy a olvidarte, lo sé,
ni que meta flor de loto en vena.
Que me queman las noches que paso
Sin probar tu cerveza.
En mi cabeza de ganado a pulso
puso campamento Fortuna un día,
pero al poquino me cogió manía
y se marchó dándome un disgusto.
En mi cabeza de ajo con ojos
nadie viaja en el Orient Express.
Hay un ciempiés que gastó sus ahorros
en cine, vino y Peusek.
Que no doy para más, ya lo sé.
¿Qué más puedo decir que no sepas?
Que me queman las noches que paso
sin probar tu cerveza.
Que no voy a olvidarte, lo sé,
ni que meta flor de loto en vena.
Que me queman las noches que paso
Sin probar tu cerveza.
En mi cabeza de chorlito frito
por las Tamaras y los Gran Hermanos
guardo una copia de ese libro abierto
en el que escriben las mentes cerradas
la puñalada trapera en el huerto,
por treinta mangos te venden el alma.
«Al alba» en dólar mayor sostenido,
aquel croupier te la cantaba
te la cantaba.
de coleccionar todo lo que encuentra
guardo un montón de recuerdos y un tango
que me bailé en París con Marlon Brando,
albergo un albergue de Cercedilla,
la silla de rodaje de Annie Hall,
un par de rockandroles de Sabina
que iluminan más que el sol.
Que no doy para más, ya lo sé.
¿Qué más puedo decir que no sepas?
Que me queman las noches que paso
sin probar tu cerveza.
Que no voy a olvidarte, lo sé,
ni que meta flor de loto en vena.
Que me queman las noches que paso
Sin probar tu cerveza.
En mi cabeza de ganado a pulso
puso campamento Fortuna un día,
pero al poquino me cogió manía
y se marchó dándome un disgusto.
En mi cabeza de ajo con ojos
nadie viaja en el Orient Express.
Hay un ciempiés que gastó sus ahorros
en cine, vino y Peusek.
Que no doy para más, ya lo sé.
¿Qué más puedo decir que no sepas?
Que me queman las noches que paso
sin probar tu cerveza.
Que no voy a olvidarte, lo sé,
ni que meta flor de loto en vena.
Que me queman las noches que paso
Sin probar tu cerveza.
En mi cabeza de chorlito frito
por las Tamaras y los Gran Hermanos
guardo una copia de ese libro abierto
en el que escriben las mentes cerradas
la puñalada trapera en el huerto,
por treinta mangos te venden el alma.
«Al alba» en dólar mayor sostenido,
aquel croupier te la cantaba
te la cantaba.
Canto de bajura
